En medio de la sequía cíclica del Chaco, que apremia a familias de
escasos recursos económicos y las empuja a clamar por alimentos y agua
potable, ocupa su lugar la maravillosa fauna chaqueña, primaveral por
donde se mire. Desde hace dos semanas, todo el paisaje estaba gris y
parecía muerto, ahora nace nueva vida, en colores, perfumes y sonidos.
Cada
año la flor del sauce se convierte en un oasis para las abejas en la
temporada de la primavera. Haya lluvia o sequía, la flora chaqueña se
llena de colores en esta época. / ABC Color
El
paratodo interrumpe en el paisaje del Chaco con sus impresionantes
copas de oro al costado de los polvorientos caminos. / ABC Color
El
samu’u, con algodón y nuevas hojas en un suave verde-marrón, con el
monte floreciendo en el fondo. Un espectáculo de la naturaleza. / ABC
Color
Muchos papagayos salvajes se acercan a los arbustos en flor para comer los dulces pétalos. / ABC Color
FILADELFIA, Chaco (Marvin Duerksen, corresponsal).
La típica primavera chaqueña está en su apogeo. Es una fiesta de
colores suaves, como la flor del sauce, en amarillo, marrón, beige,
rosado.
Se observa de vez en cuando también el azul violeta del jacarandá y el penetrante “oro puro” del paratodo. El algarrobo se viste con un verde fresco, denso y completo, listo para madurar sus vainas amarillas y dulces. Y no faltan los samu’u, con un tronco gordo, despuntando sus nuevas hojas en un suave color verde-marrón.
El brillo de colores de la flora chaqueña es de corto tiempo, su frescura y claridad a veces dura solo algunos días. Y los colores son tan suaves que sin sol pueden pasar desapercibidos.
En medio del brillante despertar de la primavera aparecen las laboriosas abejas, ya que es la época propicia para aprovechar el abundante néctar que se junta entre los pétalos.
A este espectáculo se sumó la juventud chaqueña con un desfile de carrozas por las calles de los centros urbanos del Chaco, proclamando el renacer y la alegría. Portaban carteles para llamar la atención sobre la importancia del agua. “El agua es fundamental para todos”, era uno de los mensajes.
La flora chaqueña es muy resistente. Las plantas normalmente florecen en esta época, independiente del comportamiento del clima. Pero esta vez hubo una coincidencia: hace dos semanas se registraron las primeras lluvias y días después el paisaje gris fue reemplazado por colores frescos. Fue como una “lluvia de primavera”, como decía uno de los carteles de los jóvenes.
¡La primavera da vida al Chaco en medio de la declaración de emergencia por sequía!
Fuente: Abc color
Se observa de vez en cuando también el azul violeta del jacarandá y el penetrante “oro puro” del paratodo. El algarrobo se viste con un verde fresco, denso y completo, listo para madurar sus vainas amarillas y dulces. Y no faltan los samu’u, con un tronco gordo, despuntando sus nuevas hojas en un suave color verde-marrón.
El brillo de colores de la flora chaqueña es de corto tiempo, su frescura y claridad a veces dura solo algunos días. Y los colores son tan suaves que sin sol pueden pasar desapercibidos.
En medio del brillante despertar de la primavera aparecen las laboriosas abejas, ya que es la época propicia para aprovechar el abundante néctar que se junta entre los pétalos.
A este espectáculo se sumó la juventud chaqueña con un desfile de carrozas por las calles de los centros urbanos del Chaco, proclamando el renacer y la alegría. Portaban carteles para llamar la atención sobre la importancia del agua. “El agua es fundamental para todos”, era uno de los mensajes.
La flora chaqueña es muy resistente. Las plantas normalmente florecen en esta época, independiente del comportamiento del clima. Pero esta vez hubo una coincidencia: hace dos semanas se registraron las primeras lluvias y días después el paisaje gris fue reemplazado por colores frescos. Fue como una “lluvia de primavera”, como decía uno de los carteles de los jóvenes.
¡La primavera da vida al Chaco en medio de la declaración de emergencia por sequía!
Fuente: Abc color
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