Considerado una de las máximas autoridades en el análisis del impacto de
la biotecnología en los negocios, escribió el libro As The Future
Catches You:How Genomics and Other Forces Are Changing Your Life, Work,
Health & Wealth, y numerosos artículos. Por su trabajo, figuró en la
lista de los individuos más influyentes en la creación de una nueva
visión del futuro de la economía elaborada por la revista Harvard
Business Review. Fue director del Proyecto Ciencias de la Vida de la
Escuela de Negocios de Harvard y actualmente preside Biotechconomy,
firma que invierte en empresas relacionadas con el desarrollo de la
genómica.
1. Suele decirse que la próxima gran revolución tecnológica y económica será la de la biotecnología. ¿Podría explicar por qué?
En
los siguientes cinco años se duplicará la cantidad de conocimientos que
ha generado la humanidad en toda su historia. Es un período muy
emocionante, porque hay un cambio en la manera en que entendemos la
vida. En las últimas tres décadas, el idioma fundamental del mundo ha
sido el digital. Dicho de otro modo, cuando usamos una computadora, un
teléfono o un Blackberry, estamos transmitiendo unos y ceros. Esos dos
números codifican casi toda la información del planeta: no sólo los
datos, sino también la música, las películas, las fotos. El cambio más
reciente es que estamos empezando a entender la vida como código. Una
semilla es como un disquete que ejecuta funciones específicas, y lo hace
en las cuatro bases del ADN (A, T, G, C). Tres mil doscientos millones
de esas letritas constituyen una persona.
2. ¿Cuáles son las consecuencias de “secuenciar” el genoma humano?
La
mayor parte de la gente no tiene la menor idea de las consecuencias. Ni
siquiera los científicos pueden predecir qué van a desencadenar con el
secuenciamiento del genoma. Lo que sabemos es que hay genes específicos
para enfermedades específicas. Un cambio en una sola de esas 3.200
millones de letritas, por ejemplo, puede ocasionarnos la muerte. En
muchas enfermedades, aunque sabemos dónde está esa letra, todavía
no sabemos cómo curarlas. Y ya se están haciendo los mapas de
enfermedades más complejas, con más genes.
3. ¿Qué repercusiones tendrá la biotecnología en la industria; la textil, por ejemplo?
Muchas.
Dupont ya apostó todo su crecimiento futuro a fibras textiles
de vanguardia. Sus investigadores programan bacterias para que produzcan
variedades de poliéster con la suavidad de la seda. Toyota, por su
parte, apela a la biotecnología con el fin de fabricar los plásticos
para el interior de los automóviles. Y si podemos clonar animales
también podemos clonar su piel, lo cual afectará a la industria del
cuero porque será piel de mejor calidad.
4. ¿Cuándo estarán a la venta los zapatos de cuero clonado?
No
me sorprendería que artículos de alta gama de cuero clonado se lancen
en cinco años, como novedad, y que en 10 años sean un producto
corriente.
5. ¿Dónde se están llevando a cabo esos desarrollos?
Mucha
gente cree que sólo se hacen en laboratorios de los Estados Unidos,
pero se están desarrollando en muchas partes del mundo. América Latina
tiene grandes talentos, pero muy pocos se dedican a la ciencia. Y las
universidades con orientación a la ciencia han ido desapareciendo.
La
región tampoco supo aprovechar los cambios tecnológicos más
recientes, como la revolución digital. De allí que la mayoría de
sus países —con muy pocas excepciones, como Costa Rica, que supo atraer a
Intel— sean consumidores de tecnología, en vez de producirla.
Fuente: Abc color
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