Federico Tessore
El mundo es dinámico. Los países
se mueven. Algunos para adelante y otros para atrás…
Y las categorías y prejuicios del
pasado, lentamente, pueden ir quedando atrás.
Esto se ve muy claramente con lo
que hoy está pasando en Paraguay. El país atrasado y pobre de América Latina,
hoy es una realidad totalmente diferente. Una realidad que algunos ven, pero
todavía muchos otros, no descubrieron. ¿Qué está pasando en la tierra guaraní?
Se está dando un proceso de
crecimiento económico abrumador. La economía paraguaya es la que más crece en
América Latina y una de las que más crece en el mundo. Y todo esto se está
dando en un contexto de cuentas públicas en orden y estabilidad.
Le acerco algunos números para
que me empiece a creer y para que vea como este país puede ser la nueva meca de
los inversores:
· Paraguay tiene tres veces el
tamaño de Uruguay.
· Tiene tres veces la población
de Uruguay.
· La inflación no supera un
dígito.
· Tiene tres veces más reservas
que deuda.
· Su moneda tiene los mismos
ceros desde hace décadas.
· Los bancos dan crédito a 20
años.
· De cada 5 kilos de carne que
importa Rusia, uno viene de este país.
· Ocupa el séptimo lugar como
exportador de carne a nivel mundial.
· Durante los primeros ocho meses
de 2013 su economía creció un 14,7%.
· Su PBI se triplicó entre 2003 y
2010.
· La inversión extranjera creció
12,7% sólo en el primer semestre de 2013.
Impactante, ¿no es cierto?
¿Y cuál es la receta de Paraguay
para romper con décadas de estancamiento?
Simple, estamos ante un país que
se animó a aprovechar un contexto mundial históricamente positivo para países
productores de materias primas como Argentina, Chile, Paraguay o Uruguay. Una
historia que todos ya conocemos: China, entre otros países emergentes de gran
crecimiento, multiplicó la demanda de productos como la carne o la soya –o el
cobre, la celulosa y la harina de pescado, en el caso de Chile-, multiplicando
los precios en torno a estos productos
Los países que se animaron a
aprovechar esta tendencia están experimentando una década de oro. Pero no todos
los países que producen materias primas están experimentando el mismo
crecimiento.
Entonces, ¿qué diferencia a
Paraguay del resto de los países?
Una de las diferencias más
importantes es su carga tributaria. Los impuestos en Paraguay son muy bajos,
con una carga reducida de sólo el 12% del PBI, el mismo nivel de regiones ultra
abiertas como Hong Kong o Singapur.
Para que pueda comparar estas
cifras, sepa que en Estados Unidos la presión impositiva está en 28% y en los
países desarrollados de Europa el promedio es de 35% del PBI. En países como la
Argentina esta presión impositiva puede superar el 40%.
La primera diferencia es clara.
El Estado paraguayo carga a sus ciudadanos con impuestos que llegan al 12% de
la producción total, mientras que otros países se llevan casi la mitad de los
ingresos de sus ciudadanos…
Esto se ve claro en el impuesto a
las ganancias. En Paraguay es de sólo el 10% y únicamente afecta a los que
realmente ganan más. En muchos otros países este impuesto está por arriba del
30% y afecta a una parte de la población muy relevante.
Pero el tema impositivo no es el
único. El tema financiero es otra de las claves. Las reservas de Paraguay equivalen
a tres veces su deuda. Esto, por supuesto, le da estabilidad a su moneda, que
no cambia de ceros desde hace dos décadas. Es decir, la moneda paraguaya, el
guaraní, no pierde valor ni hay inflación que obligue a cambiar de moneda como
era muy común en el pasado en los países de América Latina.
Y podemos seguir con muchas más
diferencias como la estabilidad o el sistema financiero, pero cerremos con un
número impactante: hoy Paraguay exporta más carne que el país exportador de
carne por excelencia, la Argentina.
Sí, leyó bien… según el Instituto
de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), el primer puesto
de América Latina en 2012 fue para Brasil, con 1,3 millones de toneladas de res
con hueso; en segundo lugar, Uruguay (350.000 toneladas); tercero, Paraguay
(210.000), y la Argentina aparece relegada en el cuarto puesto (183.000).
Triste realidad argentina… pero un presente promisorio para un pequeño país
como Paraguay.
Es que un contexto de bajos
impuestos y estabilidad, inevitablemente termina en empresas pujantes y en
crecimiento…
En conclusión, un país que antes
era sinónimo de estancamiento, hoy se está convirtiendo en el ejemplo de la
región.
Ahora, ¿qué podemos aprender de
Paraguay y cómo lo podemos aprovechar como inversores globales?
Por un lado Paraguay implica una
oportunidad única para invertir. Su mercado inmobiliario está subiendo sin
pausa y aún tiene muchísimo para seguir creciendo. El mercado es tan pequeño
que aún no existe una opción para invertir en la Bolsa en una empresa, sino que
hay que tomarse el avión y viajar a Asunción, su capital, para acceder a
oportunidades.
Pero esté atento, que pronto
seguramente podremos acercarle una forma muy sencilla fácil de aprovechar esta
oportunidad. Estamos trabajando en ello.
Ya no basta que lo diga, el
acceso a muchos de estos “secretos” se encuentran detallados, mes a mes, en la
revista Inversor Global. Si quiere pasar a formar parte de esta comunidad, lo
invito a hacer click acá.
Por otro lado, la otra buena
noticia es que el caso de Paraguay es la muestra viviente de que sería muy
fácil para cualquier otro país del mundo transitar la senda del crecimiento
sustentable a largo plazo.
Es sólo cuestión de bajar
impuestos, bajar el gasto público y dejar a los emprendedores, que siempre
están en todos los países, aprovechar las oportunidades que este mundo global
les brinda.
Simple como eso. Este plan
“secreto” no incluye políticos salvadores, ni discursos grandilocuentes, ni
guerras contra el mundo. Sólo requiere más libertad, más integración, más
racionalidad…
Simple como eso. Se trata de
aprender de Paraguay.
Le deseo una excelente semana de
inversiones y nos encontramos la semana que viene.
Federico Tessore
Inversor Global, Chile
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