PROPONEN NOBLE Y RÚSTICA PLANTA COMO EXCELENTE ALIADO CONTRA LA POBREZA RURAL
US$ 60 millones son los que podrán ingresar en el bolsillo de
productores campesinos de zonas rurales pobres mediante el impulso de un
plan de cultivo racional del mbokaja en unas 20.000 hectáreas,
distribuidas equitativamente alrededor de las 10 industrias aceiteras
del ramo. Estas, hasta el momento se proveen principalmente de
recolecciones al pie de las plantas silvestres.
En
el país existen 10 industrias aceiteras que utilizan el fruto del coco
(Acrocomia totai) como materia prima fundamental y están trabajando en
general en solo 12% de la capacidad instalada, porque se proveen
fundamentalmente de sacrificadas recolecciones al pie de plantas
silvestres, que se compran actualmente a G. 12.000 el cajón (50
kilogramos aproximadamente), según informó el doctor Carlos Loup.
El
mismo propone un plan nacional del mbokaja para establecer cultivos
racionales de cerca de 500 hectáreas alrededor de cada industria. Y al
mismo tiempo, densificar y racionalizar áreas donde existen los
“mbokajaty” (cocotales), acciones con los que se permitirá generar un
ingreso aproximado de US$ 60 millones al año, para unas 20.000 familias,
a razón de una hectárea por familia.
De esa forma se podrá
abaratar el costo de la materia prima para la industria, al tiempo de
aumentar el ingreso para cada campesino, lo que también propiciará que
la industria nacional de este rubro pueda introducir en el mercado
internacional aceites con precio competitivo y de alta calidad.
Actualmente,
el campesino pide G. 20.000 por cada cajón de coco entregado, pero su
posibilidad de cosecha es de 30 cajones por hectárea, lo que le da un
ingreso directo incluso con ese alto precio de G. 600.000 por año/Ha. En
ese sentido, se debe considerar, que ese precio pretendido es muy alto
para las industrias, porque les quita de competencia en el mercado
internacional, y también les está generando una importante crisis con
posibles cierre de fábricas.
Sin embargo, la solución propuesta
por el doctor Carlos Loup es que con el cultivo racional del coco, en un
sistema de “tres bolillo”, separados en forma intercalada de 4 metros
entre plantas, el agricultor podrá tener unas 725 plantas por hectárea.
Estas, a partir del sexto año aproximadamente permitirá cosechar unos
700 cajones de coco al año, en una hectárea, los que vendiendo a G.
10.000 por cajón, que es la mitad del pretendido, hará ingresar unos G. 7
millones por zafra a familias pobres. Esto significa que su ingreso
será 12 veces más de lo que hoy obtiene con recolecciones silvestres.
Con
relación a la escasa colocación del carozo, Loup indicó que a nivel
industrial se puede obtener entre otras cosas carbón activado que tiene
buen precio y alta demanda.
También se debe agregar que el cultivo
del coco, mientras entre en producción, la parcela desarrollada puede
ser aprovechada con cultivos asociados de renta o de consumo familiar.
En
cuanto al costo de implantación de cultivo racional del mbokaja, se
refiere que es de US$ 1.000, incluyendo el costo de los cultivos
asociados, dos por año.
Fuente: Abc color
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