Brasil enfrenta un tercer año consecutivo de crecimiento económico inferior al pronosticado, y a mayo del 2013 el sector industrial presentó los números más pobres en 21 años, tanto en producción como en generación de mano de obra.
A medida que pasan los meses,
economistas y el propio Gobierno brasileño reducen las expectativas
de expansión del producto interno bruto (PIB) y uno de los principales
sectores afectados es el industrial, que se ve golpeado por lo que es
denominado por los mismos brasileños como el “costo Brasil”, es decir,
la alta carga tributaria de 33% que soportan, la más alta de América
Latina.
Esta difícil situación obliga a que los capitales
brasileños busquen salir del país a fin de obtener una mayor
rentabilidad. En este horizonte emerge Paraguay como una opción
interesante, uno por su posición estratégica, vecino de un mercado
enorme como es el Brasil, y dos, por su baja carga tributaria y su
credibilidad que va en ascenso, como cosecha de una política económica
sólida y sostenida en los últimos 10 años.
Sin embargo, el proceso
necesario para atraer el grueso de las industrias que quieren salir
de Brasil recién está iniciando, comentó el ministro de Hacienda, Manuel
Ferreira Brusquetti. Destacó la necesidad de fortalecer la red
eléctrica, para abastecer la demanda industrial. “Necesitamos, por
ejemplo, esta línea de 500 kV, que se está terminando. El problema es
que como no se ha invertido en mucho tiempo en red eléctrica, hoy no hay
energía disponible junta para poder utilizarla a través de una
industria”, dijo a la 970 AM.
estabilidad. Por su parte, Roland
Holst, miembro del directorio del Banco Central del Paraguay (BCP),
indicó que el medio local es un mercado ventajoso para los
inversionistas brasileños actualmente, pero aclaró que la decisión de
asentar el capital en un país extranjero no se toma solo por una
coyuntura, “por lo que hay que demostrar que uno es estable y serio”.
Manifestó
que el estancamiento industrial que hay en Brasil hoy por hoy antes que
perjudicar a los paraguayos puede traer beneficios. Agregó que el
comercio en zona de frontera cayó, pero que el impacto es menor hoy de
lo que hubiese sido años atrás.
“Allá tienen lo que ellos mismos
llaman el ‘costo Brasil’, que es el costo interno que hace que las
industrias pierdan competitividad. En Brasil tenés crecimiento en
servicios, pero decrecimiento de las industrias, y eso genera un
estancamiento económico. Aparte, tienen una inflación un poco alta con
relación a su meta; todo eso impacta en el nerviosismo interno, impacta a
la demanda desde Brasil”, comentó Holst.
Fuente: Ultima Hora
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