Argentina en su momento fue un país con enormes oportunidades para invertir apuntando a la exportación de una carne de alta calidad. En aquella época de vacas gordas, empresas frigoríficas brasileras, gracias a la financiación estatal, coparon el mercado del país rioplatense.
Hoy el escenario es diferente,
y las firmas brasileras comienzan a correr del vecino país, ante un
estadio de caída libre de la ganadería argentina. Uno de los mercados
hacia donde están mirando es Paraguay, señalaron las fuentes. De hecho,
JBS, el gigante brasilero, está instalado en Paraguay, con un manejo del
7% de los negocios de la carne en el mercado interno, ocupando el
décimo lugar entre los mayores exportadores de carne, según el Senacsa.
Por
su parte, Marfrig, el otro gigante, no tiene activos en Paraguay, pero
las ventajas que ofrece nuestro país y los desafíos en el segmento
cárnico podrían seducirle.
Según FaxCarne, los grandes grupos
productores de carne podrían seguir los pasos de otras compañías
brasileñas y reducir drásticamente sus inversiones en Argentina.
Marfrig, la empresa que en 2007 compró la marca de hamburguesas Paty
(aunque luego la vendió a Brasil Foods) reconoció que deberá
desprenderse de algunos activos para reducir pérdidas que, en el primer
trimestre, llegaron a USD 40 millones. En tanto, el grupo JBS, que había
adquirido 8 plantas en Argentina, está operando solo en una.
Tras
haber gastado cientos de millones de dólares, desde aquel tiempo ambos
grupos –que se han convertido en los mayores exportadores globales de
carne– viven tiempos de violento ajuste. JBS, de la familia Batista,
había adquirido ocho plantas de faena, de las cuales solo conserva
activa la ex Swift, ubicada en Villa Gobernador Gálvez, al sur de
Rosario. Es el mayor frigorífico del país, aunque por la falta de
exportaciones trabaja a 50%.
A la par de invertir agresivamente en
Argentina, estos grupos brasileños compraron decenas de activos en
otros países ganaderos, como Uruguay, Australia y EE. UU.
Leonard
Wiebe, gerente de Chortitzer, para Frigo Chorti, dijo que este escenario
argentino complica a toda la región. “A Argentina, por perder la
capacidad de las industrias y, en caso de Paraguay y otros mercados, por
tener que vivir con la preocupación de que puedan instalarse”. Agregó
que genera mucha competitividad en el mercado, pero puede ser
perjudicial por la gran concentración.
Dijo que los frigoríficos
multinacionales tienen capacidad de acogotar a la competencia, porque
tienen suficiente “colchón” económico para presionar a las firmas
locales. Un mecanismo puntual es elevar el precio del ganado, por un
tiempo considerable, hasta que la competencia no tenga capacidad de
reacción y se declare en quiebra
Fuente: Ultima Hora